La alcaldesa de Lozoya quiere derribar el edificio medievaI más antiguo del pueblo

El edificio más antiguo de Lozoya, del siglo XIV, está a punto de desaparecer. Un precinto municipal a su puerta anuncia que. "se procederá a su derribo lo antes posible". El Ayuntamiento, del PP, lo quiere tirar por "seguridad". La alcaldesa, María Isabel Riomoros, argumenta que "le da mucha pena", pero que está en ruina. Uno de los propietarios, Julio Diez, lo niega. El caserón aparece en las guías de la Dirección General de Arquitectura. Se le califica como "una casa medieval donde tuvo su origen el núcleo urbano". Lozoya fue fundada en 1302.

Lozoya (434 habitantes) se ha dividido en torno al Portalillo, nombre con el que se conoce la edificación medieval. Mientras la alcaldesa está dispuesta a acabar con el caserón, el concejal de Educación, Miguel Ángel Masedo, independiente, se opone. "Es el edificio emblemático del municipio. Puede ser restaurado perfectamente. Si lo derriban, habremos perdido una parte de nuestro pasado".En la guía de la Dirección General de Arquitectura de la Comunidad el edificio es descrito de la siguiente manera: " [En Lozoya] sólo se conserva una vivienda [medieval] en su estado original. Se trata de una edificación de reducidas dimensiónes y situada entre medianerías, con dos plantas y un profundo soportal apoyado en tres pilastras de reducida altura; sus paramentos aparecen encalados y su cubierta es de teja curva"

Sin protección legal

Sin embargo, a pesar de su antigüedad, no está protegido legalmente. Ni el Ayuntamiento ni la Comunidad lo incluyeron entre los monumentos que debían ser conservados. La alcaldesa culpa a la propiedad del supuesto, estado ruinoso del caserón. "No lo han restaurado y los informes técnicos indican que puede caerse en cualquier momento. Este Ayuntamiento carece de dinero para rehabilitarlo y los propietarios no piden ayuda a la Cornunidad".El propietario, Julio Diez -aparejador, pintor y licenciado en Artes Plásticas por la Universidad de París-, ha elaborado su propio informe técnico: "Se trata de un edificio singular que debe ser conservado a toda costa. La estructura está en perfectas condiciones y he realizado un proyecto de rehabilitación. No entiendo qué oscuros intereses intentan derribar la casa de mi familia". Carlos Mosquera, letrado del Colegio de Aparejadores de Madrid, calificó ayer de "barbaridad" el derribo del edificio. "Habría que intentar salvarlo como sea. Es necesario respetar la historia de Lozoya, teniendo en cuenta que se trata de un punto de referencia del pasado del pueblo".

Por su parte, Felipe Gómez, jefe de servicio de Arquitectura y Patrimonio de la Comunidad, se mostró ayer sorprendido por el intento de derribo. "El caserón no está catalogado pero no puede ser demolido por las buenas. La Dirección General de Arquitectura se pondrá mañana mismo [por hoy] en contacto con el Ayuntamiento para intentar encontrar una solución al conflicto. Existen maneras más razonables de resolver el problema". Gómez, que conoce el caserón, dudaba ayer de que éste se encontrase en "un estado tan ruinoso que obligue a demolerlo".