Duras acusaciones contra Stankovic

Pere Sust, ex presidente de la Federación Española de Baloncesto y ahora directivo de la sección de baloncesto del Barcelona, hizo público ayer que el secretario general de la FIBA, Borislav Stankovic, posee una casa en Grecia. "Nadie puede demostrar quién la ha pagado. Es muy triste porque un secretario de la federación internacional tiene que procurar que exista igualdad de condiciones para todos los clubes", dijo en declaraciones a Catalunya Rádio. Josep Lluís Núñez i Navarro, directivo del Barcelona e hijo del presidente del club, fue muy crítico con lo sucedido en la final del jueves en París: "El Panathinaikos tiene un presupuesto de 2.000 millones de pesetas que nadie sabe bien adónde va. Fue un robo con premeditación y alevosía porque fueron varios hechos concatenados sin margen de error para dos árbitros y siete miembros de la mesa, especialmente en lo que a los parones de reloj se refiere".Los jugadores del Barcelona se reafirmaron en su sentimiento 'de haber sido los campeones morales de la final, pero se mostraron más descorazonados después de haber encajado con relativa entereza la derrota. "La FIBA no ha querido darnos la Copa", afirmó Jiménez. "Me gustaría pensar que hemos ganado, y con el vídeo en la mano lo hemos hecho. Pero a medida que pasan las horas tenemos una mayor sensación de abatimiento. Hemos tocado el cielo, pero no hemos llegado a cogbrlo", explicó Montero. Ferran fue uno de los pocos que se refirieron al juego que exhibió el Barcelona en París: "Hay que reconocer que durante el cómputo global del partido ellos jugaron mejor. Para ganar hay que tener opciones".

Larga historia

Las irregularidades cometidas por los clubes griegos en los últimos años han sido constantes. El Olympiakos, en la final de la Liga Europea de 1994, dispuso hasta de tres tiros fuera de tiempo para impedir el triunfo del Joventut. También se vio envuelto la pasada temporada en un escándalo. Cinco jugadores del CSKA sufrieron los efectos del envenenamiento del agua que consumieron durante uno de los entrenamientos que efectuaron en El Pireo.El Real Madrid, en sus dos últimas visitas a la pista del Olympiakos, perdió por acciones en los últimos segundos en las que siempre fue injustamente perjudicado. El escándalo ha acompañado a casi todos sus equipos, empezando por el Aris de Salónica, cuyos aficionados agredieron a golpes de silla a los del Efes Pilsen en la final de la Recopa de 1993, y el comportamiento agresivo de los del Paok fue decisivo en la victoria en la final de la Recopa contra el Zaragoza en 1991.