El Taugrés se extravía en la zona

La maldición del tirador acabó con las ilusiones del Taugrés de ganar en la pista del Real Madrid. El[ equipo vitoriano hizo muy pocas cosas mal a lo largo de todo el partido, pero echó en falta los puntos de uno de los mejores lanzadores de la Liga ACB. Tan simple como que Perasovic no tuvo su día. Tan importante como que él escolta sólo sumo seis puntos, ninguno de ellos en la segunda parte. La defensa de Santos, primero, y el propio desacierto del jugador de Split, después, cuando el Madrid se situó en zona, fulminaron al campeón de la Copa de Europa.El Taugrés dominó a placer los primeros 20 minutos. Basado en su fortaleza en el rebote y bien dirigido por su base, Millera -sin duda, una de las revelaciones de la temporada-, el grupo alavés supo resolver con facilidad en ataque gracias al trabajo de Rivas, Sobin y Groves debajo de los tableros y al talento de Nicola en los lanzamientos exteriores. Como en defensa, los jugadores de Comas lobraban, con sus constantes y bien interpertados cambios, descentrar al Madrid, al. que tampoco permitía canastas fáciles de contraataques, la ventaja llegó a ser de 10 puntos, reducidos a ocho (44-52) en el descanso.

Al Taugrés le mantenía vivo su tremenda superioridad en el rebote, fundamentalmente de ataque (consiguió casi tantos rechaces en la canasta rival, 21, como en la propia, 22), pero cada vez le costaba más hallar buenas posiciones de tiro.

Perasovic vio el cielo abierto cuando Obradovic ordenó abandonar el marcaje individual y refugió a su equipo en, una defensa 2-3. La decisión fue, sin embargo, clave para el Madrid, que desorientó a los vitorianos, impotentes para resolver la zona de acoplamiento. El escolta croata sí encontró algunos lanzamientos francos, pero decididamente -2 de 9 tiros, de dos, 0 de 3 triples- no era su día. Y cuando a un tirador le abandona la inspiración, no hay nada que hacer.

El Madrid, mientras tanto, disfrutaba con el contraataque y obtenía un rendimiento altísimo de sus tiradores (12 de 25 triples). Entró el partido en el tramo final con una ventaja cómoda -8269, minuto 34- a favor de los blancos. La lucha del Taugrés y el demoledor partido de Rivas, 24 puntos y 14 rebotes, retrasó la sentencia hasta el último segundo, en el que Groves falló un triple a la desesperada, que habría forzado la prórroga.