División en Alemania sobre la Unión Monetaria
El Gobierno federal alemán insiste una y otra vez en el imperioso cumplimiento del calendario y los criterios de convergencia para la unión económica y monetaria europea (UEM), previstos en el Tratado de Maastricht. Al mismo tiempo, políticos destacados de los partidos democristianos (CDU y CSU) del Gobierno dejan abierta la puerta a un aplazamiento de la UEM. La oposición socialdemócrata (SPD) hace propaganda en contía de Maastricht en la campaña electoral del Estado federado de Baden-Wurtemberg, donde se votará el próximo día 24.Pero en paralelo a la línea ofícial, algunos políticos democtistianos se desmarcan algo del Gobierno. Como cabecilla de esta tendencia destaca Wolfgang Schäuble, jefe del grupo parlamentario democristiano en el Bundestag y delfin oficioso del canciller Helmut Kohl. Schäuble no pierde ocasión de dejar entrever su escepticismo ante la UEM. Ahora acaba de salir una biografía suya que recoge una frase significativa en esta línea: "Puede ser, y no lo considero improbable, que la unión monetaria no pueda iniciarse en 1999". El presidente de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber, declaró no hace mucho que la unión monetaria no se puede hacer sin Italia.
La oposición socialdemócrata realiza ya de forma abierta la oposición a Maastricht. En su campaña electoral para dentro de dos domingos en el importante Estado de Baden-Wurtemberg el candidato del SPD, Dieter Spor electorales con el eslogan "la estabilidad y los puestos de trabajo tienen prioridad. Por eso: ¡aplazar la unión monetaria!". El Gobierno acusa al SPD de populismo, pero al mismo tiempo se da cuenta de que el tema de la unión monetaria despierta recelos entre el electorado. El propio campeón del europeísmo, el canciller Helmut Kohl, se mueve a la defensiva: en la campaña electoral de Baden-Wurtemberg defiende la unión monetaria, pero con la boca pequeña.
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