Espectáculo blanco y triunfo amarillo

Los primeros 45 minutos del partido fueron de auténtica antología: además de seis goles, extraordinario espectáculo futbolístico. El público no daba crédito a lo que veían sus ojos: ambos equipos salieron lanzados desde el pitido inicial con un solo objetivo: la portería contraria. Las Palmas siempre fue por delante en el marcador y Chili se encargó de firmar el resultado final.Cierto es que el talante ofensivo de los dos equipos propició ciertos despistes a la hora de defender: pero el público casi agradeció estos descuidos. Las Palmas salió lanzado y rápidamente se puso con un 0-2 en el marcador, que, además de presagiar goleada, parecía sentenciar el encuentro. Pero los jóvenes jugadores madrileños desplegaron el talento que poseen y, ante el asombro de todos, en menos de diez minutos, consiguieron remontar el encuentro. Cualquiera de los dos equipos podía marcar, las oportunidades eran constantes.

En la segunda mitad, el juego bajó muchos enteros y, poco a poco, el esfuerzo físico fue haciendo mella en los dos equipos. Se mantuvo la emoción y la intensidad del juego, ya que los contendientes buscaban a la desesperada la portería contraria, pero bajó el ritmo.

Las Palmas siempre fue por delante en el marcador, pero nunca cedió en su empeño de buscar la portería contraria. Al final fue Chili el que, en un contragolpe canario, consiguió batir a Criado para dejar el marcador en el definitivo tres a cuatro.

Los últimos minutos transcurrieron con la desesperación del conjunto madridista, que intentó por todos los medios conseguir la igualada. Pero ni las fuerzas ni la cabeza les respondían.