Géneros

Ahora leo (EL PAÍS, Cartas al Director, 27 de agosto) que el genio y la feminidad de la mujer radica en traer al mundo un ser vivo. No pregunto cuál será mi genio, unido al parecer inseparablemente a mi género, porque entonces quizá descubra que el macho humano posee más puntos en común con el zángano que con su primo el mono.Además, saltan a mi mente algunas preguntas sobre las que no encuentro respuesta. ¿Dónde radica el genio y la feminidad de las menopáusicas y las estériles? Seguramente no tengan ninguno, a tenor de las afirmaciones tradicionalistas sobre la definición de feminidad y el papel social que corresponde a las mujeres.

Por suerte, los hay que creemos, al igual que afirma Marvin Harris que "es la cultura la que determina cómo se han de usar las diferencias anatómicas entre varones y hembras en la definición de masculinidad y feminidad". Y los hay que sabemos que, como bien decía la genial etnógrafa Margaret Mead, "toda sociedad que obligue a las mujeres a seguir un modelo de personalidad especial, definido como femenino, violenta también la individualidad de muchos hombres". Por lo que no dudamos en protestar cuando se trata de definir a las mujeres y además; se hace con un modelo tan arcaico que parece resistirse a salir definitivamente del penar de nuestra sociedad.

Sin duda alguna, el genio de la mujer tanto como el del hombre radica en su individualidad, en su ser personal, único, irrepetible, nunca en su condición por razón de género.-