Los destrozos del incendio

., Los ecologistas ofrecen una visión poco optimista del siniestro. Santiago Martín Barajas, portavoz de Aedenat, califica las consecuencias del incendio de muy graves: "La vegetación tardará un mínimo de veinte años en volver a recuperarse. Las llamas han acabado con grandes extensiones de pinares y de robledales. Toda la zona tenía un alto valor ecológico. En ellas habitaban corzos, jabalíes, gatos monteses, garduñas y águilas reales. Una parte de estos animales habrán muerto abrasados o huido a otras zonas".
Martín Barajas continúa: "El incendio ha supuesto la destrucción de un ecosistema consolidado. Los pinos no rebrotarán, pero los robles tienen algunas posibilidades". Según el portavoz de Aedenat, el peligro se centra ahora en las tormentas. "El agua arrastrá la tierra calcinada y se precipitará sobre los arroyos de la zona. Una gran erosión del monte está a las puertas". El alcalde de Somosierra comentó ayer que el agua de las laderas -que abastece a este municipio- "ya empieza a bajar turbia". Gil se pregunta también "qué pasará cuando llueva fuerte".
Los ecologistas critican el anuncio de la Comunidad de Madrid de repoblar en breve la zona afectada. "Suena a medida política, aunque encierre buenas intenciones. Hay que ir con mucha calma en este asunto. Si los robledales rebrotan, una repoblación de pinos puede terminar con su resurgimiento. Es necesario esperar la reacción de la naturaleza antes de actuar".
En Montejo de la Sierra, localidad donde se levanta el hayedo más meridional de Europa, y una importante red de alojamientos turísticos, la perplejidad inundó el municipio en las primeras horas de incendio. Algunos medios de comunicación difundieron que las llamas amenazaban dramáticamente su casco urbano. Incluso, se habló de evacuación. "Estos medios no contrastaron la información y la gente comenzó a llamarnos para anular las reservas", recuerda Pedro Cicuendez, director del centro de recursos turísticos de Montejo. "Tuvimos que convencer al 50% de los clientes de que no pasaba nada, que el fuego estaba a muchos kilómetros de distancia. Al final, nadie anuló las reservas e, incluso, hacemos nuevas", añade.
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