Los aliados atacarán a los serbios si asaltan el enclave de Gorazde

La comunidad internacional decidió ayer comprometerse en la defensa del área protegida de Gorazde con una "respuesta sustancial y decisiva" si los serbios atacan ese enclave. Tal respuesta supone el uso generalizado de los bombardeos aéreos para disuadir los ataques. Washington, París y Londres presentaron anoche el acuerdo alcanzado en la capital británica como un gran éxito de la comunidad internacional, "que ya no podía permitirse ninguna amenaza vacía más", en palabras de Warren Christopher, el secretario norteamericano de Estado. El presidente Bill Clinton se felicitó en Washington y el primer ministro francés, Alain Juppé, señaló que "se trata de un aviso claro e incuestionable: a partir de ahora cada ataque tendrá su contraataque. Rusia se pronunció en contra. Casi simultáneamente, el mediador europeo Carl Bildt anunciaba que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, estaba dispuesto a reconocer al Gobierno de Sarajevo a cambio de que se levanten las sanciones contra Belgrado, lo que fue desmentido de inmediato por Washington. A pesar de la aparente firmeza de estas reacciones, las casi ocho horas de debates con representantes de los 16 países más directamente implicados en la resolución del conflicto, entre ellos España, pusieron de manifiesto las disparidades que han venido socavando esfuerzos anteriores. Haris Siladjic, el primer ministro bosnio, fue quien se mostró más decepcionado y vio el compromiso explícito sobre Gorazde como una tentación a los serbobosnios para que ata quen otros enclaves. De hecho, mientras en Londres se discutía, las fuerzas de Karadzic bom bardeaban Bihac, Sarajevo y Zepa.