Una jornada de venganzas

La 12ª jornada de Liga dejó cicatrizadas muchas heridas. Al Real Madrid le asfixiaban las deudas con el Tenerife. Con Jorge Valdano en el banco liquidó de un plumazo (4-2) parte de los intereses. El Madrid recuperó para la ocasión a Alfonso, lesionado desde la primera jornada.En el maltrecho retrovisor del Deportivo aún estaba González -la cruz de Djukic-, pero ayer le metió cuatro aprovechando su visita con el Valladolid. Hasta Julio Salinas (2 goles) se sumó a la fiesta y por primera vez cantó un gol en Riazor. Una vez redimido, el equipo gallego sigue remando en cabeza junto al Real Madrid, líder por la derrota del Zaragoza en San Mamés (1 -0), donde Julen Guerrero cerró la catedral a los maños.

Mientras, Súker dejó el Camp Nou sin hálito, tieso y confuso. El hecho (0-1) ocurrió en la misma estación donde el Sevilla perdió el tren de la Copa de la UEFA en el último partido de la pasada temporada. La bofetada llegó en mal momento para el Barcelona, escocido aún de su tránsito europeo. Johan Cruyff había impuesto a sus jugadores como penitencia una victoria frente al Sevilla. De nada sirvió su liturgia y, momentáneamente, el equipo azulgrana ha perdido de vista a sus rivales.

Llegó el Atlético de Madrid a Albacete con la cara lavada, con intención de enfundarse su mejor traje después de tantos harapos. Pero de nuevo se le alteró el pulso y rozó la tragedia. Perdía 2-0 y exhibía su peor gesto -las miradas extraviadas hacia el palco y la mente en Marbella-, pero con una enorme sobredosis de garra atrapó el partido y arañó un empate (2-2). En su embestida perdió a Caminero -goleador junto a Kiko-, retirado en Cmilla con un fuerte esguince de tobillo.

Y el próximo sábado ¡Barcelona-Deportivo!: la madre de todas las venganzas.