Guerra alerta contra la sustitución de los partidos "por empleados de los poderes fácticos"

La presencia de Alfonso Guerra anoche en una cena multitudinaria en Zaragoza provocó tensiones en el seno del PSOE aragonés, ya que los críticos con la dirección regional aprovecharon para arremeter contra la ejecutiva presidida por José Marco. En un discurso ante un millar de militantes, el vicesecretario general advirtió contra la tendencia existente de cambiar a los representantes elegidos democráticamente "por empleados de las grandes empresas económicas o de los poderes fácticos".

El número dos del PSOE acudió a la capital aragonesa para participar en la celebración del primer aniversario de la llegada de los socialistas al poder en Aragón. Las tensiones en el socialismo regional quedaron patentes en la ausencia de varios miembros de la ejecutiva, del grupo parlamentario, del Gobierno autonómico y otros cargos públicos.

Guerra hizo un somero balance de la situación interna del PSOE. Tras reconocer que las cosas "no están tan mal", gracias a los entes en los que gobierna en España el PSOE, se refirió al resultado obtenido por los socialistas en las elecciones del País Vasco. "Igual no hemos sabido conectar con la tendencia, demostrada por los resultados, de la sociedad vasca actual". No obstante, destacó "el batacazo que se ha dado el voto nacionalista frente al que allí algunos llaman españolista".

El vicesecretario general socialista, que criticó a los que aprovechan su paso por puestos públicos para obtener un beneficio privado, declinó posar para los fotógrafos rodeado de José Marco, presidente regional, y Antonio González Triviño, alcalde de Zaragoza y eurodiputado. El primero será investigado a partir de hoy por una comisión del Parlamento regional y sobre el segundo pesa la petición de todos los partidos de la oposición unidos para que dimita al "no aclarar las irregularidades contables" de la empresa concesionaria de la depuración de aguas de Zaragoza.