Los paracaidistas franceses reducen a las milicias que hostigan a la población civil de Ruanda

Los paracaidistas franceses redujeron ayer a las milicias hutus, que han venido aterrorizando la región suroeste de Ruanda, desmantelando sistemáticamente sus barricadas en las carreteras y ordenándoles que regresen a sus casas. Los paracaidistas forman el primer contigente de 2.500 soldados que Francia desplegará en la Operación Turquesa. Mientras, la ONU tuvo que suspender ayer un plan para rescatar a 200 niños huérfanos ruandeses atrapados en la zona gubernamental de Kigali, la capital, a causa del recrudecimiento de los combates.

"Ahora debéis levantar las barricadas y regresar a vuestro trabajo". Con estas palabras se dirigió un oficial de los paracaidistas franceses a los milicianos hutus que mantenían desplegada una barrera en la carretera cerca de Kamembe. Desde su entrada en Ruanda el pasado jueves, los soldados franceses se dedican a desmantelar las barreras levantadas en las carreteras de la región, no lejos de la frontera de Zaire.Las barreras son controladas por civiles acusados de perpetrar matanzas y de exigir el pago de impuestos a la población de origen tutsi, la étnia minoritaria en Ruanda. El mensaje de Kamembe es repetido por el oficial en todas las barreras que bloquean los pasos: "Volved con vuestra familias, a vuestros campos y a vuestro trabajo. Ya no son necesarias las, barricadas. Estamos aquí para garantizar vuestra seguridad, y. la de todos los ruandeses". En él trayecto por la carretera, el oficial ve a un joven hutu con una granada, que procede a confiscar de manera inmediata.

La táctica aplicada parece encaminada a demostrar al rebelde Frente Patriótico Ruandés (FPR, tutsi) que se actua de forma imparcial en el trato con hutus y tutsis. Francia ha armado y entrenado en el pasado al Ejército ruandés, integrado casi en su totalidad por hutus, y, ahora recae sobre las tropas francesas la carga de probar su neutralidad.Los combates en Kigali entre las tropas del Gobierno y las rebeldes del FPR impidieron ayer que la Misión de Ayuda de la ONU en Ruanda (Unamir) lograse evacuar a 200 niños huérfanos atrapados en la catedral de San Miguel, en la zona gubernamental. Se trata de un nuevo revés a los esfuerzos internacionales por salvar a miles de civiles.