Razón de Estado

La patria de Mozart cuenta con una auténtica vaca sagrada: la Orquesta Filarmónica de Viena, que con sus 152 años de historia es en Austria una razón de Estado. Los 150 músicos de la orquesta, una de las mejores del mundo en la interpretación del repertorio clásico-romántico, cumplen Una doble función y forman parte al mismo tiempo de la Orquesta de la ópera de Viena y la Orquesta Filarmónica de Viena. Los servicios a la ópera les aseguran un ingreso fijo como empleados públicos del Estado, además de garantías sociales y de jubilación. En el tiempo libre, los músicos, que tienen una edad promedio de 38 años, trabajan Orquesta Filarmónica, una sociedad autónoma dedicada exclusivamente a conciertos, para lo que están apoyados por patrocinadores privados y la Sociedad de Amigos de la Filarmónica de Viena, con sede en la capital austríaca y en Nueva York.Por sus excelentes contactos con los directores, que se presentan en la Opera, la filarmónica mantiene un sistema de invitados y carece de un director musical permanente. Desde el término de la gestión del director Clemens-Krauss en 1993, la filarmónica se ha negado por tradición a convocar a un músico que ocupe el cargo. En su larga trayectoria, ha colaborado con grandes directores, como Richard Strauss, Herbert Von Karajan o Leonard Bernstein, que, en su época, eran los "padres espirituales" del grupo musical.

Es la asamblea general de músicos la que decide qué director les acompaña en las giras internacionales, en el concierto de Año Nuevo, transmitido por vía satélite a todo el mundo (mil millones de televidentes), o en los once conciertos de abono que realizan en Viena.