Los socialistas ceden al BNG un puesto en la Mesa del Parlamento de Galicia

Los 75 diputados del cuarto Parlamento gallego tomaron ayer posesión de sus cargos con la sensación generalizada de que les espera una legislatura cargada de tensión. El PSOE, debilitado por la crisis interna abierta tras su descalabro en las elecciones del pasado 17 de octubre, renunció a última hora a un puesto en la Mesa del Parlamento en favor de los nacionalistas "para contribuir a evitar tensiones e incidentes".La amplia mayoría absoluta del PP y el fuerte ascenso del Bloque Nacionalista Galego (BNG) auguran otros cuatro años de duro combate parlamentario entre ambas fuerzas políticas, como ya ocurrió en la anterior Cámara legislativa.

Los 43 escaños obtenidos por el PP en los comicios autonómicos le permitirán controlar cómodamente los órganos de gobierno de la Cámara. En la Mesa, los populares tendrán tres de los cinco puestos, incluido el del presidente, Victorino Núñez, que repite en el cargo.

Sus 19 diputados bastaban al PSOE para copar los dos miembros restantes de la Mesa, lo que exluiría al BNG, con 13 escaños. Los socialistas intentaron sin éxito que el PP accediese a ampliar en un puesto el órgano de dirección de la Cámara para no dejar fuera a los nacionalistas. Ante la negativa del PP, el PSOE rectificó a última hora la postura anunciada anteriormente y decidió renunciar a uno de los cargos en favor del BNG.

El portavoz socialista Antolín Sánchez Presedo, señaló que este gesto prueba que su partido quiere contribuir a un "impulso democrático" y a "evitar los incidentes que se produjeron durante la pasada legislatura".