Los enfermos mentales se sienten discriminados en la sanidad pública

La atención en salud mental sufre una grave discriminación en la sanidad pública española, según denunciaron ayer, en Madrid, representantes de enfermos y afectados, en la presentación del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra mañana, patrocinada por la Organización Mundial de la Salud. "La reforma psiquiátrica, iniciada en 1982, esta paralizada", afirmó el psiquiatra José Cabrera, representante en España de la Federación Mundial de Salud Mental.

"Cada comunidad autónoma tiene su propio grado de reforma psiquiátrica y, en este momento, estar atendido depende de dónde se tiene la suerte o la desgracia de vivir", dijo José Cabrera. El psiquiatra denunció el incumplimiento de los principios básicos de asistencia e integración en salud mental contenidos en la Ley General de Sanidad de 1986. "Es una grave discriminación que la sanidad pública no cubra la infraestructura necesaria para enfermos graves, como el internamiento en hospitales psiquiátricos".En España se consumen al año 500 millones de comprimidos de psicofármacos y al menos un tercio de la población vive, directa o indirectamente, algún tipo de trastorno relacionado con la salud mental. Uno de cada diez españoles sufre una alteración psíquica al año. Los más frecuentes son la depresión, el estrés, la ansiedad y el insomnio. Los trastornos mentales graves afectan a más de un millón de personas.

Silvestra Moreno, presidenta de la Confederación Española de Agrupaciones de familiares y Enfermos Mentales (CEAFES), criticó la "carencia" de medios de algunos psiquiátricos "en los que ni siquiera hay sábanas suficientes". Moreno insistió en la "desatención" que sufren, en especial, las amas de casa o los adolescentes, que necesitan apoyo psicológico o psiquiátrico y que no saben adónde acudir. "Se les da una asistencia puramente ambulatoria y, a menudo, ni eso, por la falta de tiempo de los médicos generales", dijo.