Concejales del PP y sindicatos buscan en Aznar la salida a sus problemas municipales

Los dos concejales díscolos del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Venancio Mota y Manuel Martínez Blanco, no fueron recibidos ayer por el presidente nacional de supartido, José María Aznar. Hoy pretenden mantener una entrevista con Francisco Álvarez Cascos, secretario general. Los dos están contrariados por su exclusión ideológica del nuevo comité ejecutivo del PP deMadrid que se aprobará el sá bado en el congreso regional. Los sindicatos municipales también recurren a Aznar para recuperar la tercera paga extra, firmada en convenio, que les ha hurtado el alcalde.

"Aznar no puede estar recibiendo a todos los concejales que utilizan como un chantaje su voto en las fechas anteriores a los congresos regionales", explicó un colaborador suyo. Mota y Martínez Blanco le explicarán hoy a Francisco Álvarez Cascos por qué se sienten maltratados como hombres de distrito en la nueva dirección regional del partido. Estos concejales están catalogados como la "vieja guardia" de Alianza Popular.La temperatura aumenta por momentos ante el congreso regional del Partido Popular, que se celebrará el sábado. Una de las enmiendas más atractivas de las 230 presentadas llega avalada por el presidente del distrito de Salamanca, Ángel Larroca, pero fue rechazada. El edil solicitó listas abiertas para la formación los comités institucional -principal órgano de poder- y el ejecutivo.Los principales sindicatos municipales (Comisiones Obreras, UGT, CSIF y el Colectivo Profesional de la Policía Municipal) enviaron ayer una carta a José María Aznar para protestar por la decisión del alcalde de suprimir la tercera paga extra del vigente convenio (30.000 trabajadores). Portavoces del Ayuntamiento califican esta gestión como un desconocimiento de lo que es "la autonomía municipal" y esgrimen razones legales para justificar esa medida: "Por encima del convenio está la ley estatal de presupuestos".El argumento contrario fue utilizado en febrero por el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina -con el silencio municipal-, para salvar una huelga en el Metro. Los trabajadores del suburbano firmaron en convenio un incremento de salario del 6,5% y la ley de presupuestos lo limitaba al 2%.