El proyecto de los aliados está lejos de satisfacer a la mayoría de la ONU

El programa de acción conjunta de los países occidentales para Yugoslavia está haciendo aguas en la ONU. La comunidad internacional, que estos días discute la aplicación de la iniciativa en la sede del organismo internacional de Nueva York, está dando muestras de resquebrajamiento ante un programa que sólo parece satisfacer a los cinco países firmantes: EE UU, Rusia, España, Francia y Reino Unido.Los 51 países musulmanes agrupados en la Organización de la Conferencia Islámica consideran inadmisible que el programa no establezca más medidas que la aplicación de sanciones para conseguir la retirada de las fuerzas serbias que han ocupado el -710% de Bosnia. Los países No Alineados con representación en el Consejo de Seguridad se han sumado a las protestas islámicas por considerar que el programa occidental no va a frenar la matanza y reclaman el levantamiento del embargo de armas para los musulmanes de Bosnia.

Las discusiones han llegado a los miembros del grupo de los cinco. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, disintió ayer públicamente con el papel que EE UU quiere jugar en los Balcanes. Juppé dijo que las fuerzas norteamericanas deben estar preparadas para proteger a los habitantes de las seis ciudades musulmanas declaradas como zonas bajo la protección de la ONU, pero Washington insiste sólo en proteger a los cascos azules en caso de que sean atacados.

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad mantuvieron ayer una larga cadena de encuentros para tratar de llegar a un acuerdo que permita la superación de los obstáculos que impiden la aprobación del plan aliado.