Serra afirma que los "elementos de ultraderecha" del PP le impiden hacer propuestas concretas

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, afirmó ayer en Barcelona que al Partido Popular (PP) le resulta imposible formular propuestas concretas y sensatas sobre la gobernabilidad del país porque en él "conviven elementos de la derecha y de la ultraderecha". El dirigente socialista expresó su confianza en que el PSOE se hará con el voto de los empresarios "pequeños y grandes", y arremetió contra la opción conservadora de José María Aznar al asegurar que el PP es el único partido que sólo sabe hacer bien una cosa: "Descalificar al adversario".

Al término de un seminario sobre: la situación laboral española organizado por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Serra definió la pugna electoral como "un combate desigual" entre la opción socialista -a su juicio, la única que garantiza un crecimiento económico acompañado de bienestar social- y "una derecha que sólo es capaz de aportar su capacidad de descalificar".En su discurso de clausura del seminario del PSC, Serra señaló que el paro es el problema más "agobiante y dramático" de la sociedad. También destacó que la economía española presenta unos índices de inflación, déficit exterior y déficit público superiores a la media de los países comunitarios, y reclamó el diálogo entre trabajadores y empresarios como único camino para aumentar la productividad, adquirir competitividad en los mercados internacionales y crear puestos de trabajo.

Serra abogó por la moderación salarial y pidió el voto de los empresarios y los profesionales para la opción socialista, la única que, según dijo, puede garantizar el binomio de prosperidad y justicia social.

En Palma de Mallorca, Nicolás Redondo, secretario general de UGT, se empleó ayer a fondo contra el vicepresidente del Gobierno. "Parece que [Narcís Serra] está en una habitación cerrada tocando el piano y no se entera muy bien de lo que ocurre en la calle". Redondo replicaba así a unas declaraciones del vicepresidente, quien se quejó de la falta de sensibilidad de los sindicatos para afrontar la crisis económica, informa Andreu Manresa.

"Hace falta un cierto desparpajo para llegar a estos extremos", dijo Redondo. "Alguna responsabilidad tendrá él, que lleva 10 años, sobre los tres millones de parados". El dirigente de UGT atacó con dureza la política económica del Gobierno, dijo que UGT no recomendará el voto a favor ni en contra de ningún partido y calificó de "impresentable" que se intente captar él voto de los trabajadores amenazando con la llegada de la derecha. "Ya sabemos que puede ser peor", añadió.

"Italianización"

También en Baleares, Félix Pons, presidente del Congreso de los Diputados, afirmó que "debe evitarse la italianización política" porque "la inestabilidad es un mal" para el sistema político. El candidato mallorquín denunció: "Se está intentando que los socialistas no podamos salir a la calle y hablar".

Mientras tanto, el ex ministro de Interior, José Barrionuevo, defendió en Barcelona, en unas jornadas de reflexión organizadas por el PSC, la figura política del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y dijo que su inclusión en el comité de estrategia electoral del PSOE era "muy conveniente".

Varios dirigentes socialistas coincidieron en su intento de quitar hierro a la actual precampaña electoral. El titular de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, pidió en Alicante a una nutrida representación de cargos del PSOE que hagan una campaña electoral "respetuosa y tolerante, para para cortar el clima bronco y tenso que innecesaria y gratuitamente provocan otros partidos".

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, manifestó en Perlora (Asturias) que tiene la impresión de que el programa del PSOE se basará fundamentalmente en la creación de empleo como primer objetivo. El titular de Trabajo vaticinó un descenso del desempleo desde este mes y un repunte de la economía española y europea en el segundo semestre.

Martínez Noval dijo que su partido -mantendrá una actitud "reflexiva, serena y sosegada" a lo largo de la campaña y que, si ésta acaba siendo crispada, lo será "porque alguna fuerza política así lo decida". En términos similares se pronunció en Santiago el ministro de Obras Públicas, José Borrell.