El 'aparato' del PSOE abre la guerra contra los renovadores y traslada el coflicto acto a González

El aparato del PSOE declaró ayer virtualmente abierta la guerra contra los renovadores. Por primera vez en la reciente historia de los socialistas, un comunicado oficial difundido con el membrete de la Ejecutiva Federal habla de "quiebra de solidaridad y lealtad" y acusa de ello a "algunos miembros del Gobierno que se amparan en el anonimato" y a "renovadores de la nada". Estos términos están incluidos en la carta que Txiki Benegas, secretario de organización, envió el 1 de abril a Felipe González para poner el cargo a su disposición. Benegas hizo ayer pública la carta tras hablar con Alfonso Guerra.

En su carta de dimisión, Benegas afirma de sus adversarios que' "pretenden deteriorar y deslegitimar la autoridad de quienes fuimos elegidos en el último congreso del partido con el máximo apoyo de la organización". Y agrega: "No puedo consentir quemi limpieza en la vida pública sea puesta en tela de juicio".Renovadores y fieles a la dirección no tardaron en reaccionar. Los primeros calificaron de "maniobra" la difusión del escrito, ya que, en su opinión, Benegas desvía su presunta responsabilidad política por el caso Filesa -no cita este escándalo en su escrito- para centrar el problema en una batalla interna. Los segundos se aprestaban ayer por la tarde a conseguir firmas de solidaridad con Benegas entre dirigentes regionales.La carta de Benegas concluye: "Quiero poner mi responsabilidad como secretario de organización a disposición de los órganos del partido y a la tuya personal". Así, la dirección del PSOE más fiel a Guerra traslada a González la responsabilidad de atajar la grave crisis.

La convulsión socialista conmocionó a otros sectores. Bancos y operadores en divisas reconocieron su inquietud por el impacto financiero del desenlace de la crisis.

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