Eligio Hernández declina polemizar con instructor del 'caso Filesa'

El fiscal general del Estado, Eligio Hernández, decliné ayer hacer cualquier tipo de comentarios sobre el informe en que el instructor del caso Filesa, Marino Barbero, le acusa de perturbarle en su actividad y de sacar a la luz pública de forma "en extremo violenta" las desavenencias entre el ministerio fiscal y el instructor del proceso."No tengo nada que decir", indicó el fiscal del Estado. "Sin decir nada ya me pegan el palo, con que si digo algo, me crucifican. No voy a decir nada fuera del procedimiento, para respetar escrupulosamente la independencia judicial. Aun siendo consciente de las imputaciones, no voy a replicar a Marino Barbero" añadió.

Un alto cargo de la fiscalía señaló que el malestar de Eligio Hernández obedecía a que los medios de comunicación dieron por buenas las afirmaciones del informe de Marino Barbero en el sentido de que fue el fiscal general el que sacó a la luz pública las desavenencias, cuando en realidad éstas se habían conocido el día anterior tras notificarse la resolución en la que el magistrado acusaba al fiscal del Supremo encargado del asunto de "falta de objetividad".

Preguntado por su opinión sobre la carta enviada por el presidente del PSOE, Ramón Rubial, a los presidentes del Congreso y del Senado, en la que denuncia que la petición del libro de actas del PSOE no se ajusta a Derecho, Eligio Hernández respondió que lo que tenga que decir lo dirá en el correspondiente trámite del procedimiento.

No obstante, aclaró que el fiscal del caso Filesa, Antonio Salinas, no fue consultado por el juez instructor, Marino Barbero, antes de que éste pidiera la contabilidad y las Actas del PSOE. "El instructor no tiene por qué consultar al fiscal, sino que adopta su decisión y luego se la comunica. A veces puede pedir su opinión con carácter previo, pero no ha sido así en este caso", precisó.

Por su parte, Marino Barbero manifestó ayer que no había recibido copia de la carta del presidente del PSOE en la que protesta por la petición de sus libros de contabilidad y de actas.