La calma vuelve a la ciudad china de Shenzhen tras los últimos disturbios

La calma volvió ayer a la ciudad, de Shenzhen, zona de libre comercio al sur de China fronteriza con Hong Kong, después de tres días de disturbios. Las revueltas comenzaron por la fuerte avalancha de ahorradores chinos que deseaban comprar boletos u opciones que, eventualmente, darían derecho a comprar acciones de 14 empresas que se privatizarán antes de fin de año. Y esas tensiones se agravaron a principios de semana por la creencia de estos potenciales inversores de que había prácticas de favoritismo en el reparto de tales boletos.En estos disturbios se produjeron varios heridos y, el primer día, también al menos un muerto. El pasado domingo se produjeron los primeros choques con las fuerzas de seguridad y el lunes se recrudecieron al entender los futuros inversionistas que se estaban produciendo acciones fraudulentas en el reparto de los mismos.

Las nueve bolsas de valores de China son las únicas que del mundo que asignan acciones mediante un sistema de lotería por el cual son elegidos para la compra solo un 10% de los solicitantes que previamente han tenido que comprar 1.000 yuanes (unos 188 dólares) un billete que da derecho a 10 boletos de solicitud.

La Bolsa de Shenzhen suspendió sus actividades el martes por la tarde con una caída del 16,3 enteros pero volvió a reanudarlas varias horas más tarde con de nuevos formularios.