Lo policía, satisfecha por el desarrollo de la jornada

Los aficionados también fueron protagonistas destacados del derby. El despliegue de seguridad minimizó los incidentes. Damián Sedano, el delegado gubernamental para la seguridad del Bernabéu, se mostró satisfecho del transcurso de la jornada. "No hay que lamentar incidentes", dijo. "Tan sólo", añadió, "un clavo que se desprendió de los andamios del estadio y que alcanzó a un señor".

Los alrededores del estadio se vieron poblados desde primera hora de la tarde de una fauna varipinta. Desde los clásicos hinchas enfundados en banderas y bufandas de ambos conjuntos —mayoritariamente madridistas—, hasta un hombre-anuncio que por 5.000 pesetas se daba vueltas por el estadio. Cuatro seguidores atléticos fueron agredidos antes del partido por los Ultra Sur. Fueron despojados de sus bufandas y banderas y golpeados a puñetazos y patadas. Uno de los agredidos acabó con la cara ensagrentada y con una brecha en la nariz.

El grupo Frente Atlético—unos 2.500— sí pudo mostrar los distintivos de su equipo, ya que estuvo escoltado en todo momento por la policía. La protección oficial permitió que el único enfrentamiento que se produjo entre los grupos ultras de ambos equipos fuera verbal.

Después del partido, los aficionados madridistas, Mendoza incluido, festejaron el triunfo en su territorio habitual: la fuente de la Cibeles. El cuerpo de antidisturbios evitó que la invasión masiva de la plaza, pero no un gran atasco en la Castellana.