Nuevas voces

Aciertan los Amigos de la ópera de Madrid al organizar estos conciertos en los que el público se familiariza con las nuevas figuras de nuestra lírica: las que ya gozan de temprano prestigio y las que llevan camino de alcanzarlo. Al día siguiente de nuestro comentario sobre una excelente mezzo catalana, Montserrat Torruella, hemos podido disfrutar de los dones y la preparación de la soprano María José Montiel, el tenor Vicente Ombuena y el barítono Carlos Bergasa, quienes en fragmentos a solo, en dúos y tercetos, trajeron y llevaron las distintas concepciones líricas de Donizetti, Massenet, Mozart, Puccini, Cilea y Verdi.Los tres cantantes almacenan ya un breve pero meritorio historial; los tres poseen voces hermosas, plenas de luminosidad y fluidez en el caso de las agudas y de grave sobriedad y amplios tonos en el del barítono, continuador evidente de su maestro Antonio Blancas, dicho sea en elogio de ambos. Ombuena es tenor valiente, de voz bien timbrada, ataques seguros y fraseo doblemente emocional: por la calidad de la materia y por la musicalidad.

Los valores de María José Montiel -voz extensa y muy igualada, dicción personal y de raro atractivo- sufren a veces una limitación que ella conocerá tan bien como su maestra, la excelente Ana María Iriarte, lo que quiere decir que será corregida. Me refiero a la inseguridad de algunas notas agudas que pierden belleza y exactitud de afinación. Collado se comportó con dominio en todos los casos.