Tan sólo una ley fundamental
El 20 de junio de 1948, las potencias occidentales (Reino Unido, Estados Unidos y Francia) introdujeron una nueva moneda -el marco aleman- en las partes del III Reich sobre las que ejercían soberanía, provocando así la división de Alemania. Cuatro días después, Moscú imponía el bloqueo de Berlín. El 1 de julio, los tres comandantes aliados autorizaron a los ministros presidentes de los 11 länder (Estados) occidentales a convocar una Asamblea constituyente para "dotarse de una Constitución democrática que estableciera una estructura de tipo federal que protegiera los derechos de los Estados participantes y una autoridad central adecuada, así como que garantizara los derechos y libertades individuales".Para los alemanes significaba volver a existir como Estado, pese a su limitada soberanía, pero a cambio suponía aceptar la división del país. Los 11 ministros presidentes no querían ser acusados de traición, pero tampoco tenían otra op ción que aceptar las condiciones de los vencedo res, lo que finalmente hicieron. Pero introduje ron una salvedad: no se trataría de una Asam blea constituyente, sino de un Consejo parla mentario, y no redactaría una Constitución, sino una ley fundamental, que a su vez no sería ratificada por un referéndum, sino por votacio nes en cada uno de los Parlamentos de los länder.
Como resultado, el tipo de organización política que saldría de todo ello sería un acuerdo provisional en tanto no se solucionara la cuestión de la unificación. Así lo especificaba el texto final en su último artículo, que prevé que la presente ley fundamental dejará de tener efecto el día en que entre en vigor la Constitución adoptada por el pueblo alemán libre de tomar sus decisiones".
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