El fiscal pide un año para una enfermera que provocó la muerte de una paciente

El fiscal pide un año de prisión menor para una ATS del hospital San José y Santa Adela, de la Cruz Roja de Madrid, que inyectó una sobredosis de un medicamento a una enferma que sufría complicaciones posoperatorias. La inyección provocó a la paciente una hemorragia interna que le ocasionó la muerte.

Los hechos ocurrieron el 9 de noviembre de 1990. La ATS, que responde a las iniciales M. T. G., inyectó por equivocación a la fallecida, Carmen Murilló Ramos, de 37 años y madre de un hijo de 15, un total de 120.000 unidades de heparina sódica, fármaco anticoagulante, en vez de las 24.000 que habían prescrito los facultativos del área de ginecología de ese hospital. Los médicos habían decidido administrarle 24.000 unidades para combatir una complicación tromboemboliana que le sobrevino tras ser operada de un mioma uterino.La enfermera ha reconocido ante el juez haberse equivocado. También tiene declarado que cuando advirtió el empeoramiento progresivo de la paciente reflexionó al respecto y comunicó de inmediato a los médicos el posible motivo.

Los familiares de la fallecida han sido indemnizados ya con 20 millones de pesetas, tal como solicita el fiscal en su informe, en el que declara al hospital San José y Santa Adela responsable civil subsidiario. En vista de que han sido indemnizados, Ios familiares de la fallecida han renunciado a ejercer acciones penales contra la ATS.

No obstante, el fiscal ha actuado de oficio y considera que la enfermera cometió un delito de imprudencia temeraria al "confundir los frascos del medicamento, con una evidente falta de negligencia".

La ATS, según revela el fiscal, utilizó frascos de heparina sódica con tapón rojo, que contienen 120.000 unidades, en vez de los de tapón metalizado, que albergan 24.000.