¡Cuidado con los niños!

M. S., "Mi hijo Daniel de cinco años sufrió una buena quemadura en los hombros y en la espalda mientras jugaba con otros niños en la playa una mañana", cuenta una joven madre, veraneante en Fuengirola. Mercedes sólo dio un poquito de crema a Daniel, porque "pensaba que, al no estar tumbado, sino jugando, no se quemaría".

"La piel de los niños es mucho más sensible que la de los jóvenes y adultos", alerta Eduardo Fonseca, dermatólogo del hospital La Paz de Madrid. Según este especialista, es muy importante protegerles todo el cuerpo expuesto al sol con filtros solares y, al llegar a casa, extenderles cremas para después del sol.

En general, las zonas más delicadas, con independencia de la edad, son la nariz, los pómulos, el escote, los hombros y la parte alta de la espalda, según advierte Ángel Simón Merchán, jefe de dermatología de la clínica Puerta de Hierro de Madrid. Quienes tomen el sol completamente desnudos deben prestar especial atención, en el caso de las mujeres, a la aureola mamaría y al pezón, y, en el caso de los varones, a los genitales. Parece observarse cierta relación entre las radiaciones solares directas sobre los órganos sexuales masculinos y el cáncer de testículos.

Cuando las quemaduras solares hacen su aparición, es aconsejable aplicar lo más rápidamente posible paños de agua o leche fría. También es conveniente aplicar cremas preparadas a base de cortisona, que se adquieren en farmacias y perfumerías. Poseen propiedades antinflamatorias y calmantes de acción rápida. En el caso de ampollas o síntomas claros de malestar y fiebre, es conveniente acudir al, médico. "En estos casos", explica Simón Merchán, "puede ser aconsejable administrar por vía oral algún preparado de cortisona y analgésicos. y antitérmicos para calmar el malestar y bajar la fiebre.