Terror en Punjab

Terroristas sijs, con una frialdad de hielo sólo imaginable por ellos mismos, separaron en dos grupos -síjs e hindúes- a los pasajeros del tren que salía de la estación de Babdowal, en el Estado de Punjab, levantaron sus AK-47 y dispararon indiscriminadamente contra hombres, mujeres, ancianos y niños hindúes. Las gentes aterrorizadas se desvanecían sobre los cuerpos de sus familiares, y gracias a ello muchas salvaron la vida. Las mismas escenas, con un par de horas de diferencia, se produjeron en el tren que al borde de la medianoche del sábado abandonaba la cercana estación de Kila Raipur.Los primeros informes indicaron que los muertos en Babdowal ascendían a 78, pero afortunadamente fueron 30 menos. En Kila Raipur, el número de víctimas fue 28. Al menos 60 personas han sido hospitalizadas con heridas de diversa consideración, la mayoría de ellas con más de un impacto de bala.

Eran las 21.10 locales (17.40 hora española). El tren había empezado su renqueante traqueteo pero, antes de llegar a la última señal de la estación de Babdowal tres jóvenes saltaron sobre la locomotora, apuntaron sus rifles contra el chófer y los dos operarios de la máquina y les amenazaron con matarlos si no paraban de inmediato.

Un grupo indeterminado de terroristas subió entonces al tren, obligó a sus ocupantes a alinearse en sijs e hindúes y dispararon. Muchos fueron los que encontraron la muerte al lanzarse a la desesperada por las ventanillas sin darse cuenta de que en las plataformas les esperaban los mismos asesinos.

Los cadáveres de ambos trenes fueron alineados en los andenes para su identificación en medio de las dramáticas escenas de sus familiares. Analistas políticos no dudan de que la matanza es la respuesta de los terrorl stasa la decisión del Gobierno central de declarar el Estado de Punjab "zona conflictiva" y desplegar al Ejército con "poderes especiales" para permitir el desarrollo pacífico de las elecciones que deben de celebrarse el día 22.

El Partido Comunista de India (CPI) que como su compañero marxista, el CPI-M, había decidido boicotear las elecciones por falta de seguridad, anunció ayer que participará "para no perjudicar la lucha contra los secesionistas".