Las bolsas siguen reflejando el desánimo de los inversores

Las cotizaciones bursátiles internacionales continuaron sufriendo las consecuencias de la crisis de Oriente Próximo, el alza del precio del petróleo y sus efectos sobre la economía así como la confusión existente en torno al plan de reducción del déficit presupuestario en EE UU. Todo ello ha influido negativamente en el estado de ánimo de los inversores, cuyo interés principal es ahora protegerse contra nuevas caídas en las bolsas. Por esta razón, los volúmenes de negocio han descendido drásticamente, lo cual produce una elevada volatilidad de las cotizaciones.La situación estacionaria en el Golfo Pérsico mantiene los nervios de los inversores a flor de piel, por lo que el gran número de rumores que están surgiendo hacen variar las tendencias de las cotizaciones con facilidad. En este contexto, las bolsas europeas registraron bajas moderadas, con la excepción de Frankfurt, donde el índice DAX consiguió subir un 1,5%. Aparentemente la resistencia mostrada por el índice en atravesar a la baja el nivel 1.400 animó a los operadores. Por su parte, la Bolsa de París, si bien cedió ligeramente, se vio beneficiada por las expectativas de un recorte de un cuarto de punto en los tipos de interés galos. Tales expectativas han surgido a raíz de la fortaleza del franco francés y los comentarios en ese sentido del ministro de finanzas Beregovoy.

Al otro lado del Atlántico, la Bolsa de Nueva York, tras caer más de 100 puntos en las últimas sesiones, continuó ayer a la baja de forma que el índice Dow Jones cerraba con una pérdida de 42,8 puntos, colocándose por debajo del nivel de soporte 2.400. El mal comportamiento se atribuye al desconcierto existente sobre las negociaciones en el Congreso para la reducción del presupuesto.