Ingresan en prisión dos de los tres presuntos etarras detenidos

Julián Angel Pérez Cambra y Fernando Montori Prat, detenidos el pasado jueves en la localidad navarra de Cabreita, ingresaron ayer en prisión incondicional por orden del juez central número 2 de la Audiencia Nacional Ismael Moreno Chamarro. Un tercer detenido, Julián Ros León, quedó en libertad sin cargos, según informó el letrado Txemi Gorostiza, que asistió a las declaraciones.

Gorostiza subrayó que el juez no interrogó a ninguno de los detenidos sobre nada relacionado con las recientes informaciones acerca de un atentado contra el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán. En cambio, el juez se interesó por si conocían a los etarras Juan Antonio Lizarralde y Susana Arregui, fallecidos en los sucesos de Lumbier, aunque no mencionó al herido Germán Rubenach.

Perez Cambra, acusado por la Guardia Civil de formar parte de un comando de ETA, de tener armas y de haber señalado dos zulos en Cabreita y Daroca donde se encontraron armas y explosivos, negó todos los cargos y dijo ante el juez que la Guardia Civil le llevó en helicóptero a Cabreita y allí sacaron unas bolsas con explosivos que, según su abogado, "él desconocía".

Gorostiza afirmó que Pérez Cambra presentaba hematomas en ambos ojos y en la espalda y denunció ante el juez Chamarro haber recibido malos tratos. El otro ingresado en prisión, Fernando Montori, también negó su pertenencia a ETA aunque admitió que hace varios años Pérez Cambra le propuso colaborar con ETA, pero el proyecto no se llevó a cabo.

Julián Ros, puesto en libertad por el juez, declaró que tuvo relaciones con ETA entre 1977 y 1978 en que, junto a Pérez Cambra, colocó un explosivo en un generador y en unas tierras de la Duquesa de Alburquerque.