Telefónica recurrirá el acuerdo de la comisión chilena antimonopolio

Telefónica recurrirá el acuerdo de la Comisión Preventiva de la Fiscalía Antimonopolíos de Chile en virtud del cual la companía española deberá salir del capital de una de las dos empresas de telecomunicaciones de este país en las que participa.Telefónica, que ya posee desde mediados del pasado año un 20%, de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), adquirió también hace 15 días el 43%,1 de la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC). La citada comisión, encargada de velar por el ejercicio de la libre competencia, considera que la doble posición accionarial de la companía española Telefónica constituye, de hecho, una situación de monopolio.

El recurso de Telefónica será dirigido, en primera instancia, ante la Comisión Resolutiva de la propia Fiscalía Antimonopolios. En el supuesto de que la apelación fuera rechazada, la compañía semipública tiene también la posibilidad legal de recurrir al Tribunal Supremo de Justicia y, en tercera instancia, Podría apelar al presidente de la nación

Así y, todo, si después de las correspondientes gestiones jurídicas, la sentencia de la Comisión de la Fiscalía Antimonopolio chilena no fuera replanteada, la compañía Telefónica dispondría de un plazo de cinco años para materializar su proceso de desconcentración en Chile, que no sería otra cosa que la venta de la participación que posee en la compañía Entel.

Dos mercados

Telefónica decidió participar en Entel y, CTC por la sencilla razón de que en Chile cada una de las dos compañías opera en distintos segmentos de negocio. Mientras Entel se encarga del tráfico internacional, la segunda firma se ocupa del servicio local de llamadas. Paradójicamente, esta división está siendo cuestionada por las propias autoridades chilenas, como demuestra la existencia de un litigio existente entre las dos compañías. Se da la circunstancia de que Entel y la Compañía de Teléfonos de Chile dependen del mismo organismo, la Corporación de Fomento (Corfo).

Esta situación favorece, de hecho, los intereses de Telefónica. Si la compañía que preside Cándido Velázquez se viera obligada a abandonar uno de los dos proyectos en aras de la libre competencia, este mismo argumento serviría para que Telefónica pudiera operar en el servicio internacional a través de la Compañía de Telefonos de Chile. A fin de cuentas, el objetivo de la empresa española no es otro que asegurar su presencia en el mercado chileno, tanto en el tráfico de corta distancia como en el de larga distancia.

En consecuencia, Telefónica ha decidido continuar con su inversión en Chile y seguir comprando acciones de la companía Entel.