La voluntad popular, con Havel

Miles de personas se concentraron ayer ante la sede de la Asamblea Nacional en Praga para expresar lo que parece ya la voluntad Popular de la inmensa mayoría: el nombramiento del dramaturgo Vaclav Havel como nuevo presidente de la República de Checoslovaquia. Toda Praga está cubierta de fotografias de Havel y, carteles impresos y pintados a rnario pidiendo su acceso al Hrad, al castillo que domina Praga y alberga el palacio presidencial.

El levantamiento de la población contra el régimen comunista solo tiene un líder indiscutible y este es el pequeño y frágil escritor. Durante muchos años ha luchado, prácticamente aislado de una población atemorizada, contra los abusos y la violación de los derechos humanos de este poder.

Havel se ha manifestado dispuesto a ocupar el cargo hasta, las próxirnas elecciones, consciente de que hoy es Ja conciencía dernocrática y humanista deí Estado. Después quiere volver definitivamente a su vocación, que ha abandonado en los últimos tiempos por un compromiso con sus conciudadanos. La gran avenida bajo la sede parlamentaria y el museo de la plaza de San Wenceslao fue escenario de manifestaciones de entusiasmo por los logros de una movilización popular de apenas cuatro semanas y en demanda de la elección del símbolo de esta revolucIón pacífica para el máximo cargo del Estado. Nada mas anunciarse la dimisión de Gustav Husak surgieron, además de Havel, otros tres candidatos al puesto. Hoy, Havel es gran favorito frente a un solo contrincante.

Dubcek y Cestmir Cisak, dos comunistas refórmistas habían manifestado su disposición a presentar candidaturas antes de haber recibido solicitudes serias al respecto. El grupo de comunistas; purgados durante la normalización, y hoy encuadrados en Obroda, apoyan a Havel. Cisak envió una carta a Dubcek apoyando al dramaturgo.

Así las cosas, la única opción frente a Havel, el gran aglutinador del movimiento democrático, sería Ladislav Adamec, el ex primer ministro comunista. Sus posibilidades en un referéndum serían mínimas.