El Estudiantes sentenció al Taugrés en dos minutos

Se llevaban cinco minutos de la segunda parte y el Taugrés comenzó pensar que podía ganar al Estudiantes. Acababa de colocarse por delante en el marcador (49-51) después de haber aguantado el inexorable goteo de canastas de John Pinone, las espectaculares acrobacias y los triples de Winslow y la rápida dirección de Antúnez. Por un momento, los asistentes al Palacio de los Deportes dudaron de su equipo. Dos minutos después, las dudas se habían disipado. En ese tiempo, el Taugrés encajó un mate, un triple, dos robos del balón, perdió varios rebotes, vio a Winslow volar, luego caer al suelo y encestar de espaldas tras haber forzado una personal... e incluso asistió asombrado a un contragolpe con Pinone encargado de subir el balón.Fueron dos minutos espectaculares, interrumpidos por un bocinazo que indicaba que Manu Moreno, atónito, había pedido tiempo muerto. Pero, transcurrido ese período, el marcador reflejaba un cómodo 61-51 para los de casa. El Estudiantes condensó en ese rato su esencia y el Taugrés salió herido de muerte de la refriega.

Para llegar al momento crítico, el conjunto madrileño había sufrido lo indecible ante un equipo más alto y más curtido. Pinone llevó siempre los mandos con su impecable lanzamiento de tres metros. No falló hasta su noveno intento, casi en el descanso, y para entonces Winslow ya compartía con él el peso del partido, mientras el Taugrés se había aprovechado del agujero que creó Rivas en la defensa rival. Pero la falsa lentitud de Pinone y la espectacular rapidez de Winslow marcaron la diferencia en los momentos más enconados del encuentro.