Gorbachov advierte de que las huelgas amenazan a la 'perestroika'

El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, advirtió ayer en una sorpresiva comparecencia ante el Soviet Supremo (Parlamento) de que la extensión a otras ramas de la economía de la huelga en una vital cuenca minera de Siberia pondría en peligro el proceso de perestroika (reestructuración), que comenzó a ponerse en marcha hace más de cuatro de años con su acceso al poder."La situación es grave", dijo Gorbachov, que aseguró que posee informaciones sobre un movimiento entre los trabajadores de los ferrocarriles que podría conducir a una huelga en este sector a partir del 1 de agosto. Ante una situación como ésa, añadió, el Kremlin tendría que recurrir a "otro tipo de soluciones", que no especificó.

Entre tanto, la situación en la cuenca carbonífera siberiana de Kuzbas, donde hay más de 100.000 mineros en huelga, era ayer muy confusa, sin que se observaran síntomas claros de que los trabajadores fueran a seguir las consignas de los comités creados en los últimos días. Quince de ellos, de un total de 19, se habían pronunciado ya por la vuelta a los pozos, tras aceptar las autoridades buena parte de sus reivindicaciones, pero persistía la incógnita, que debería haberse despejado a medianoche, de si, pese a todo, los mineros se mantendrían en su actitud de protesta, según informa Pilar Bonet desde Kemerovo, en el corazón de la zona de conflicto.

Por otra parte, la situación en la República autónoma de Abjasia, dependiente de la de Georgia, en la que violentos disturbios étnicos causaron hace unos días 18 muertos y más de 200 heridos, estaba ayer lejos de la normalidad. Las autoridades implantaron el toque de queda entre las once de la noche y las seis de la mañana.

La agencia Tass informó ayer de que grupos de alborotadores dispararon contra soldados y policías, en tanto que el Ministerio del Interior aseguraba que, pese a la llegada de 3.000 efectivos del Ejército al área, persistían los enfrentamientos entre abjasos y georgianos. Según la Prensa de Moscú, los choques de hace unos días incluyeron asaltos a comisarías para robar armas y varios secuestros.

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