Bicentenario de la Revolución Francesa

La celebración del Bicentenario de la Revolución no ha suscitado demasiado entusiasmo. El mito liberador de 1989 se desmorona, la leyenda se borra y deja lugar a la realidad compleja y multiforme de la historia.La Francia de 1789, heredera de la Ilustración, llevó a cabo la revolución de los derechos del hombre e inventó sobre la marcha una forma extremista de gobierno, preludio de todos los ¡Smos contemporáneos y factor determinante en los regímenes totalitarios del siglo XX. El proceso de destrucción creadora, que caracteriza a todo fenómeno de París, 14 de julio cambio social e histórico, adquirió proporciones escalofriantes en el caso de la Revolución Francesa. La opinión pública es cada vez más consciente de ello. Esta visión crítica del pasado refleja un cierto progreso, una victoria de la sabiduría popular. Actualmente somos menos maniqueos y estamos capacitados para sopesar los pros y los contras. La causa esencial de este cambio de las mentalidades es de orden político y cultural.

Queda pendiente que los franceses celebren el Bicentenario con moderación. Sin maniqueísmo progresista, ni tampoco reaccionario. Robespierre no encarnó el bien precisamente, pero el genocidio tampoco resume el significado del período revolucionario. Como ha comentado François Mitterrand, la Revolución "no siempre fue conforme a sus principios".

14 de julio