El Madrid golea y recupera a Butraleño

El Madrid, además de dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria y ratificar su racha goleadora, permitió la rehabilitación total de Butragueño, cuyo juego fue refrendado por los aplausos del público. En el campo madridista sonaron de nuevo los gritos de: "¡Buitre! ¡Buitre!". El equipo madridista confirmó también la categoría de sus reservas, como Aldana, autor de dos goles, y evidenció la importancia de Schuster, tras no jugar el pasado domingo por acumulación de amonestaciones. El Celta, que llegó al Bernabéu con la Vitola. de equipo revelación de esta temporada, se llevó del campo madridista una de sus mayores goleadas del año, la misma que encajó en el partido de Liga.El encuentro, al margen del resultado, permitió la recuperación de Butragueño, discutido durante casi toda esta temporada y sobre todo en la, última quincena, después de conocer el amargo sabor del banquillo de los suplentes en un partido de la categoría de la Copa de Europa, frente al PSV Eindhoven. Butragueño bien puede decir que ha vuelto al paraíso que echó de menos en los días pasados. Ante el Celta brilló con luz propia, despertó el arte del balón y sólo le faltó el gol, que buscó con ganas e ilusión, para ser el triunfador de la noche.

Aldana, que a veces no es siquiera un suplente de lujo porque Leo Beenhakker no le concentra, respondió al técnico madridista con dos goles de titular. Más apagado estuvo otro suplente codiciado, Losada, que no llegó a finalizar el primer tiempo, debido a un golpe que recibió en la cabeza y que le produjo una pequeña conmoción. Le sustituyó Hugo Sánchez, que apenas saltó al terreno de juego le faltó tiempo para estampar su firma goleadora en la portería contraria.

El retorno de Schuster, tras su ausencia del último partido, facilitó la brillantez de sus compañeros. Salió al campo como si se tratara de un reserva que tiene que ganarse la titularidad a base de esfuerzo y calidad. Se colocó en el centro del campo para ordenar y mandar. Enfrente tuvo al hombre más técnico del equipo rival, Vicente, que no pudo evitar que impusiera su cátedra. Permitió, además, que comapañeros como Gallego o Sáchis jugaran con comodidad.

El Madrid no tuvo necesidad de reservarse para los próximos e importantes compromisos que le esperan el sábado, ante el Barcelona, en el Nou Camp, y cuatro días después, en su campo, con el Milán. Sus hombres se limitaron a poner sobre el césped su profesionalidad. Los suplentes hicieron olvidar a Michel y Gordillo. Su labor, además, se vio favorecida por el juego del Celta, que no fabricó más oportunidad que la del gol y un escalofriante remate de Julio Prieto, tras el lanzamiento de un córner, y al que respondió Buyo con una gran parada.