La corte

Acompaña a Pedro Almodóvar en su première de Hollywood el decorador de sus películas, Carlos, y un personaje malencarado, colombiano, de nombre René Fuentes, que le ha puesto de portavoz y cancerbero la distribuidora norteamericana Orion, que comercializa y promociona en Estados Unidos la película.Y también en el mismo hotel, al norte del mítico Sunset Boulevard, se hospeda Carmen Maura. Julieta Serrano, Rossy de Palma, Chus Lampreave y Loles León (María Barranco se ha quedado en España), las otras mujeres de este imaginario director que se declara "pansexual", se apiñan en un hotelito de segunda, el Hollywood Regency, a 64 dólares la habitación, y todas ellas se declaran fascinadas por Los Ángeles.

Las actrices españolas cuentan con un haiga descapotable para pasearse por la ciudad, que, junto con la tromba de agua que sufrieron el otro día en Disneylandia, es culpable del catarro que no abandona la increíble nariz de Rossy de Palma.

Las cuatro, genuina representación, junto con la M aura -la Jane Fonda nacional, pero sin aerobic y fumando sin parar-, de nuestras actrices raciales, se declaran muy poco partidarias de quedarse en Hollywood. Carmen Maura dice que "si tuviera 15 años menos a lo mejor me ponía a luchar aquí. O si me lo pusieran muy claro y un director norteamericano me dijera: 'Te necesito, guapa". Pero esto, explica, es muy duro, muy competitivo. "Ser actriz aquí es otra profesión distinta que en España".

Son las cinco de la tarde y cae el sol sobre West Hollywood. Las mujeres de Pedro Almodóvar llegan agotadas -"no hemos comido"- de una entrevista celebrada en un canal hispano de Los Angeles. Y les espera el rodaje del programa De película, de Televisión Española. Carmen Maura será entrevistada a las cuatro. "¿Hollywood? No creo que encajáramos aquí", explica Loles León, que asegura que no quiere ser una . ninfa USA de éstas". "Claro que si son sólo unas sesiones y pagan bien y luego te puedes comprar un apartamento al volver a España, vale".