Un senegalés que iba a ser expulsado, propuesto como 'hijo adoptivo'

Varios centenares de vecinos de Salar, un pueblo de 3.000 habitantes situado a unos 50 kilómetros de Granada, se manifestaron ayer en protesta por la apertura de un expediente de expulsión contra un ciudadano senegalés que reside en la localidad, donde trabaja como horticultor. Siete compañeros del joven africano se han declarado en huelga de hambre indefinida como medida de presión contra la resolución de la Comisión Técnica de Extranjerías. El Ayuntamiento de Salar estudia la posibilidad de convocar un pleno extraordinario en el que se nombre al senegalés hijo adoptivo del pueblo.Dieng Assane, de 26 años, se encuentra en Granada desde el pasado año, en que entró en el país con un visado de tres meses. Después de trabajar como vendedor ambulante, se integró en un colectivo de trabajadores del campo de Salar. Durante el pasado mes de diciembre fue requerido por el Gobierno Civil de Granada para que regularizase su situación o regresara de nuevo a Senegal. El hecho provocó entonces una primera manifestación de protesta en la localidad.

Ahora sus compañeros han decidido iniciar una huelga de hambre al enterarse de que Dieng Assane tiene que presentarse mañana en la Dirección General de la Policía para abandonar España al habérsele aplicado la ley de Extranjería.