Un ingeniero británico denuncia un plagio científico en Italia

El ingeniero británico Alan Barnett Grant ha elaborado un libro blanco en castellano, italiano e inglés en el que demuestra el plagio de que ha sido víctima en Italia. El libro será presentado en el congreso internacional sobre "Los túneles y el agua" que se inaugurará mañana en Madrid.El caso, en el que está interesada la primera ministra británica, Margaret Tatcher y el presidente italiano Francesco Cossiga, arranca de hace veinte años, cuando el ingeniero inglés participó en un concurso de proyectos para unir Sicilia con el continente europeo a través de un túnel bajo el estrecho de Mesina.

Su proyecto fue uno de los más apreciados entre 147 concursantes. Los detalles, sus características, fueron patentadas. Hace siete años fue fundada una asociación pública llamada Stretto di Messina, con la finalidad de escoger el proyecto más idóneo de los presentados. El ingeniero inglés, animado por el éxito obtenido en 1968, presentó a dicha sociedad en 1984 su proyecto, junto con un estudio de viabilidad, como aparece documentado en el libro blanco. El mismo proyecto fue enviado a la SAIPEM del grupo ENI que lo juzgó "muy interesante".

Acciones legales

Pero increíblemente, la sociedad Stretto di Messina, consideró inviable el proyecto británico, y sin comunicarle nada, informó del proyecto -con algunas variaciones- a las empresas SAIPEM, SNAMPROGETTI y SPEA. Ahora, estas sociedades unidas han propuesto como suyo el proyecto patentado por el ingeniero británico."Tengo toda la impresión, dice Alan Barnett, de haber sido expropiado ilegalmente de mi idea original". Y añade: "Como ciudadano británico considero que el caso italiano me ha dañado gravemente y la convención europea de los derechos del hombre del 20 de marzo de 1952, lo mismo que la declaración universal de los derechos del hombre de 1948 que afirma que "todo individuo tiene el derecho a la protección de los intereses morales y materiales que derivan de toda producción científica, literaria o artística de la que es auto.

Si no lo consigue, el británico amenaza con acciones legales que podrían retrasar durante años las obras en fase muy avanzada gracias, precisamente, a las ideas que según Barnett le ha robado la empresa italiana.