Toreros de Córdoba en el entierro de El Pipo

Rafael Sánchez Ortiz, El Pipo, que descubrió en 1958 al torero Manuel Benítez, El Cordobés, fue enterrado ayer en el cementerio de la Salud, de Córdoba, tras su muerte, en Madrid, a consecuencia de una enfermedad hepática el pasado domingo. Al funeral e inhumación asistieron El Cordobés y varios toreros de Córdoba, entre los que se encontraba también Manuel Cano, El Pireo, que fue protagonista en la película Currito de la Cruz.El Pipo conoció a El Cordobés en una tienta en 1958 y, después de invitarle a un bocadillo de jamón, como todavía recuerda el torero, "me llamó brazos largos y me metió en el mundo de los toros". El Cordobés, apodo que le puso El Pipo cambiándoselo por el de El Renco, comentó ayer durante el funeral que "todo lo que soy se lo debo a El Pipo".

Franco en los toros

Rafael Sánchez inventó a El Cordobés; fue quien ideó que el diestro de Palma del Río fuera protagonista en varias películas, y consiguió que el general Franco fuera a una plaza portátil inistalada en El Pardo a ver a El Cordobés cuando éste aún no era nadie en el mundo de los toros.El talante travieso y osado de El Pipo le llevó a escaparse del hospital de Ciencias Neurológicas de Madrid., donde estaba internado, tres días antes de su muerte, cuando vio acercarse a un sacerdote que le iba a administrar los santos óleos.

Las diferencias surgidas entre Manuel Benítez, El Cordobés, y El Pipo comenzaron al poco tiempo de estar unidos, cuando el fallecido apoderado de Manuel Benítez dijo públicamente que el matador de toros le debía dinero.