Colas en las autopistas

Se ha de entender que cuando el Estado otorgó a Autopistas Concesionarias Española S. A. la explotación de esas vías era para que los usuarios pudieran desplazarse con rapidez y comodidad.Pero desde hace más tiempo del debido, cualquier regreso masivo de los barceloneses a la ciudad tras un fin de semana o puente se ha transformado en un verdadero via crucis. A partir de media tarde de los domingos, las colas -en tramos muy concretos y en los puntos de peaje- alcanzan a veces entre los 20 y 25 kilómetros.

Quizá si nuestras autopistas fuesen gratuitas, con mantenimiento y desarrollo directo de la Administración, podríamos comprender que por falta de fondos públicos sus zonas de peaje y unos tramos concretos no pudiesen modernizarse o ampliarse; pero cuesta digerir que una importantísima sociedad anónima que reparte sustanciosos dividendos a sus accionistas, a raíz de la concesión que tiene otorgada por el Estado, no cumpla el objetivo por el cual fue creada, teniendo en cuenta que sus peajes son más caros que en las demás naciones donde se paga.

Recientemente, además, por obra y gracia del MOPU, se le ha autorizado un aumento de cerca del 6%. Hubiera sido lógico que antes de permitir la elevación tarifaria se hubiera examinado la calidad del servicio que viene prestando la concesionaria, para actuar en consecuencia. Al no hacerlo, la Administración central ha dado una muestra bien patente de un conocimiento vago, general y equivocado de la problemática que presenta la explotación de las autopistas por la actual concesionaria.-

Presidente de la Associació de Consumidors de la Provincia de Barcelona.