La Liga Árabe lanza un ultimátum a Irán

La Liga Árabe ha dado de plazo a Irán hasta el 20 de septiembre para que acepte sin reservas el alto el fuego propuesto el pasado julio por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (resolución 598) en su conflicto armado con Irak. De lo contrario, los Estados árabes están dispuestos "a examinar los medios de definir la naturaleza de las relaciones arabo-iraníes", actitud ésta que, según el secretario general de la Liga, el tunecino Chadli Klibi, supondría la ruptura diplomática con el régimen de Teherán y el llamamiento al Consejo de Seguridad para aplicar sanciones económicas contra Irán.

Éste es el resultado de los tres días de sesiones del consejo extraordinario de ministros de Asuntos Exteriores árabes, reunido en un hotel de Túnez, sede de la Liga, y a petición expresa de este país magrebí. Túnez se encuentra actualmente enfrentado a Irán, con quien rompió relaciones diplomáticas hace cinco meses.Los países árabes han acordado la fecha del 20 de septiembre porque para ese día está fijado el segundo consejo ordinario anual de la Liga, que reunirá de nuevo aquí a los ministros de Asuntos Exteriores que integran este órgano panárabe. En esta ocasión, de los 21 Estados que integran la Liga, 18 han enviado a sus titulares de Exteriores.

Klibi, al término de las reuniones, informó que la resolución adoptada ayer lo fue por unanimidad, extremo que anula cualquier especulación sobre supuestas posiciones particulares o reservadas de Siria -que estuvo representada por su ministro de Exteriores, Faruk Charaa- y Libia, únicos miembros de la Liga que apoyan a Teherán en su conflicto con Bagdad. "La solidaridad", según el secretario general, "ha sido unánime en todos los puntos de la resolución en cuanto a redacción y contexto".

Solidaridad con Bagdad

Los países árabes, según la resolución aprobada y en la que han trabajado durante horas, en comisión, los representantes de Túnez, Kuwait, Argelia, Sudán, Irak y Yemen del Norte, reafirman su "solidaridad" con el régimen de Bagdad en "la defensa legítima de su soberanía y unidad e integridad de sus territorios", al tiempo que expresan de nuevo su "oposición categórica a la ocupación por Irán de parte del territorio iraquí".

Asimismo condenan "toda amenaza a la seguridad, la soberanía y la integridad terriorial de los Estados árabes del Golfo", en particular Kuwait y Arabla Saudí, y hacen un llamamiento a que se garantice la libertad de navegación en las aguas internacionales de esa zona, conforme a los reglamentos de derecho internacional. El texto del comunicado deplora "vivamente el minado de estas aguas".

La Liga Árabe expresa especialmente su apoyo al Estado de Kuwait en lo que concierne a "las medidas adoptadas para defender su seguridad y preservar sus intereses comerciales y económicos", esto último en alusión a la protección pedida por ese país a Estados Unidos para que le de pabellón a su flota petrolífera.

Las referencias a Arabia Saudí en esta resolución son continuas. Riad ostenta actualmente la presidencia de la actual sesión ordinaria de la Liga en la persona de su ministro de Asuntos Exteriores, príncipe Saud al Faisal, y en calidad de tal participó también en la comisión que redactó el documento, junto al secretario general, el tunecino Klibi.

El documento aprobado ayer expresa "la solidaridad y el apoyo total a Arabia Saudí" por las medidas adoptadas para garantizar la paz y la seguridad de los peregrinos que acuden a La Meca, cuyos recientes sucesos -"provocados por los iraníes", según reza en el texto- condena "enérgicamente", ya que suponen un atentado contra los lugares santos y los ritos sagrados.

El plazo dado a Irán -"espacio de tiempo para reflexionar", según Klibi- es formulado en el documento con el término invitación, si bien en él se pone de manifiesto "la más viva inquietud frente a las amenazas del régimen de Teherán dirigidas contra los países del Golfo", y se censuran enérgicamente "sus injerencias incesantes en los asuntos internos de los países árabes". Observadores cualificados no dudan en definir dicho texto como una diplomática -pero al mismo tiempo severa- advertencia, en la que se ha tenido presente la solidaridad de civilización de los países miembros de la Liga.

Nuevo año musulmán

Estos mismos observadores han destacado como significativo que el acuerdo de los ministros de Asuntos Exteriores haya sido redactado en un lenguaje de moderación, pese a las razones que asisten a Arabia Saudí, Kuwait, Túnez o la propia Irak para responder con hechos consumados.

Resaltan también el hecho de que hoy precisamente comienza. el nuevo año musulmán, 1,408 de la Hégira. Una parte del documento asegura en relación al conflicto irano-iraquí que es necesario el buen vecinaje entre los dos países por el bien de la nación árabe y el mundo islámico, ya que hay que consagrar estas pontencialidades a una única lucha: el enemigo sionista común.

Arbia Saudí y Túnez, países que han sufrido recientemente la violencia integrista dentro de sus fronteras, han sido los que más han influido en el ánimo de esta reunión.

Sin embargo, se ha preferido dar un plazo de menos de un mes a Irán antes de adoptar medidas de castigo o de fuerza, pese a que países como los anteriormente citados, o incluso como es el caso de Somalia, habían planteado de entrada recurrir al Pacto de Defensa Común árabe para frenar "el peligro iraquí".