Leningrado, una sinfonía y una orquesta

Está considerada la Orquesta Filarmónica de Leningrado como la mejor de todas las existentes en la Unión Soviética. Posiblemente esto sea cierto, y cada vez que la escuchamos nos prende la calidad y vibración de unas cuerdas que además lucen un incisivo virtuosismo colectivo.No llegan los vientos a la misma calidad, aunque sí alcanzan la suficíente como para mantener la categoría global de un conjunto que se encuentra cargado de una brillante historia.

Dirigida por Maris Janson (Riga, 1943), la Filarmónica responde con presteza a sus dotes de seguridad, máxima exteriorización -incluido el efectismo- y versatilidad de matices y colores.

Así, la Séptima sinfonía, Leningrado, de Shostakovitch -que sigue sin parecerme de las mejores de su autor-, sonó en cuanto alberga de narrativo, poemático y hasta biográfico.

Sucede que como Shostakovitch era un compositor serio, dueño de una largamente trabajada artesanía, al final hacía música sin más. De ahí que, según pasa el tiempo, las historias o historietas que, más o menos convencionalmente, viene soportando la obra del autor de Leningrado suenen a música celestial, con perdón.

Ni la historia del ataque a la vieja San Petersburgo por los ejércitos alemanes ni la historieta de las condenas, prohibiciones y consejas estalinianas, ambas reales, determinan en última instancia la fisonomía de la Sinfonía número 7.

Esto sin tener en cuenta que, según información responsable, la obra estaba iniciada antes del acontecimiento bélico vivido por el músico -con toda lógica- en lo más hondo de su entraña: "Vivo con máxima intensidad la tensión del momento presente". "Siento que nuestra Leningrado durará siempre, grande y bella", declaraba Shostakovitch en el momento crucial del asedio.

Valores musicales

Sucede que, al fin y a la postre, queda sólo la música. Nada importa ya lo que Beethoven pensase sobre el chef Napoleón, que le dedicase su sinfonía o que se la desdedicara. Queda. la Heroica, por sí misma, en sus valores musicales, en su potencia de perdurabilidad.¿Es la sinfonía Leningrado una Heroica de nuestro siglo? Lo dudo, y de la misma manera pienso que buena parte de la producción del más auténtico Dimitri Shostakovitch representará un retazo importante del pensamiento musical del siglo XX. Hubo brillantez, opulencia sonora y, por tanto, aplausos prolongados.