El índice general de Madrid consiguió romper la cota 117%

La Bolsa de Madrid ha vivido una semana caliente en la que se ha demostrado la existencia de un mercado activo y que ha dejado un buen sabor entre los operadores. El índice general ha ganado 2,27 puntos, lo que le ha permitido romper al fin la cota 117%.Con ganancias se encuentran varios (48,14), siderometalúrgicas (6,19), inversión mobiliaria (5,46), construcción (5,34), químicas (2,71), alimentación (1,39) y banca (0,86). Registraron pérdidas, por su parte, comunicaciones (-2,55) y electricidad (-1,23).

La moraleja de la tanda es que muchos inversores han aprovechado las fuertes ganancias obtenidas por estos dos últimos corros durante la semana anterior para realizar ahora todos los beneficios posibles y para volver a entrar en los mismos valores en cuanto los cambios flexionaban a la baja.

En cualquier caso, se ha podido apreciar un desplazamiento del dinero hacia determinados valores industriales y de seguros, que han registrado significativas subidas, así como hacia la banca, que en los últimos momentos se ha incorporado tibiamente a la tendencia alcista. El dinero nacional se ha visto apoyado habitualmente por capital llegado del exterior y que se ha posicionado en los valores más saltarines.

El resultado ha sido una contratación que se ha situado en torno a una media de 2.500 millones de pesetas efectivas diarias, lo que viene a suponer la consolidación de los cambios a los niveles actuales. Y esto a pesar de que tanto el empuje del dinero como las cantidades negociadas han venido decreciendo a lo largo de la tanda, lo que demuestra que la bolsa ha necesitado tomarse un respiro antes de reiniciar la escalada. Por lo menos eso es lo que prevén aquellos operadores a corto plazo que han aprovechado las inflexiones para adquirir el papel disponible.

Al mismo tiempo, el hecho de que se haya alcanzado un acuerdo definitivo entre los presidentes de las compañías eléctricas en el tema de los intercambios de activos y los buenos resultados obtenidos en la lucha contra la inflación (con un incremento de sólo el 0,2% del índice de precios al consumo para agosto) suponen una garantía adicional de que la bolsa aún no ha dicho su última palabra. A ello se une el continuado descenso de la retribución de los pagarés del Tesoro, la práctica inexistencia de otras alternativas inversoras y la beneficiosa influencia para la renta variable de la rebaja de un punto en el coeficiente monetario de cajas y bancos.

Por ello, los analistas han llegado a la conclusión de que la bolsa presenta un sólido fondo que asegura la continuidad de la fase alcista. Los chartistas, por su lado, ya están esperando un nuevo test del índice general en niveles de 126%o 127%.