Duros debates en el festival de teatro independiente de Euskadi

El clima, más que polémico, rupturista, que ha acompañado al I Festival de Teatro Independiente de Euskadi hasta el último segundo de la asamblea de clausura, celebrada el sábado en el Ateneo donostiarra, no impedirá, según los responsables del festival, que se siga adelante hasta lograr un segundo festival de carácter internacional y con la convocatoria añadida de un premio literario que estimule a dramaturgos consagrados y noveles.

Las 4.500 personas que presenciaron las actuaciones, el alto nivel técnico de los espectáculos y el éxito de la sección Teatro en la escuela invitan a no dejar la tarea inconclusa y a saltar, afirma uno de los organizadores, "por encima del futuro negro, de los boicoteos y de la mierda que nos han echado encima sin presentar a cambio alternativa alguna".La disyuntiva euskera-castellano y la política de captación de subvenciones constituyeron el núcleo principal de las controversias. En manifiesto final, los promotores del festival -la asociación privada Estudio Teball, con la que ha colaborado el Ayuntamiento donostiarra- propugnan la creación de un Espacio de Renovación e Investigación Teatral en Euskadi, con sede en el Museo de San Telmo, de San Sebastián, donde se desarrollarían "la imaginación, el riesgo, la danza, los espacios escénicos diferentes, el trabajo colectivo, la música electrónica, la acción visual, las sensaciones a partir de propuestas plásticas, etcétera", y cuya práctica iría más allá de "modas y hechos coyunturales".

Corno se presentía al encenderse las baterías de este primer Festival de Teatro Independiente de San Sebastián, que concluyó la pasada semana, la polémica hizo acto de presencia en los debates e incluso llegó a presidirlos. Preguntados los coordinadores acerca de la nula presencia de dramaturgia vasca en este primer festival, señalaron que es escasa y que la que hay obliga a montajes complicados o inviables.

Eugenio Arocena, director del Centro Dramático del Gobierno vasco (Antzerti), fue más lejos y afirmó que la crisis de dramaturgos en el País Vasco es actualmente absoluta. En el festival han participado doce grupos teatrales, cinco del País Vasco y siete del País Vasco francés y diversas zonas españolas.