El Premio Príncipe de Asturias

Sería oportuno que un periódico de la importancia del que usted dirige con tanto acierto e inteligencia comentase el reciente fallo del Premio Príncipe de Asturias, rama de Cooperación Iberoamericana, a favor de los jefes de Estado del grupo de Contadora, otorgado por un jurado presidido por Adolfo Suárez.Aparte de saltarse a la torera el reglamento, que en las otras ramas admite la posibilidad de que el premio pueda concederse a individuos, grupos de trabajo o instituciones y que en la cooperación iberoamericana excluye a los grupos de trabajo, se ha cometido el error de politizar una vez más el fallo, con lo que acabarán cargándose el prestigio de los premios que llevan el honroso nombre del heredero de la Corona de España.

También resulta ridículo tener que invitar a cuatro jefes de Estado a que vengan a recibir en Oviedo medio milloncejo de devaluadas pesetas por barba. Esto lo digo como comentario anecdótico, pero si vamos al fondo de la cuestión la cosa es todavía más grave. Es hora de preguntarse honestamente lo siguiente: el grupo de Contadora ¿busca la paz y la implantación de regímenes democráticos en Centroamérica o la salvación del régimen marxista de Nicaragua? La respuesta es obvia.

¿Cómo pueden países como México y Panamá dar lecciones de democracia a sus tutelados Costa Rica, El Salvador y Honduras? Se me enrojece la cara de vergüenza ajena.-