Presión sobre los socios comerciales de Teherán

Los ministros de Asuntos Exteriores de Irak y de Kuwait, Tareq Aziz y Sabah Al Ahmad, respectivamente, se entrevistaron ayer en Tokio con su colega nipón, Shintaro Abe, para pedir que Japón deje de vender a Irán radares y tecnología sofisticada susceptible de ser usada para fines militares, y que, asimismo, no compre crudo iraní. Este propósito se inserta dentro de un intento de algunos de los seis países ribereños del Golfo para conseguir que los socios comerciales de Irán le presionen de tal modo que logren obligar a Teherán a sentarse a negociar el fin de la guerra. El ministro japonés pidió por su parte a Tareq Aziz que las fuerzas aéreas de Irak dejen de hostigar a los buques japoneses que se aprovisionan en la terminal petrolera iraní de Jarq Aziz no dio garantías de que las hostilidades iraquíes sobre los navíos que surquen el Golfo iban a cesar, mientras Shintaro Abe pareció dar largas a las demandas de sus huéspedes. La escalada bélica en el Golfo ha multiplicado los esfuerzos diplomáticos para atajar o convertir en favorables sus consecuencias económicas por parte de los países afectados.Entre tanto, fuentes petroleras del Estado norteamericano de Texas manifestaron a la agencia Efe en Houston que, de prolongarse el bloqueo de hecho del tráfico de buques por el golfo Pérsico, la industria petrolera norteamericana, en general y tejana en particular se verán reforzadas.