Los GRAPO reconocen que las detenciones del pasado verano debilitaron a su organización

Los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) han reconocido que las detenciones efectuadas por la policía en agosto y septiembre pasado "fueron un golpe duro que nos debilitaron tanto a nivel de dirección como de los comandos operativos". Reconocen que la detención el pasado 27 de marzo, en Barcelona, de Ana Belén San Miguel Martínez impidió "una acción importante" en aquella ciudad.Todas estas revelaciones las realizan los GRAPO a través del último número Gaceta Roja, medio de difusión clandestino de esta organización. Esta publicación, enviada por correo a varios medios informativos, ha sido confeccionada, según se deduce de su contenido, con anterioridad a la detención, el pasado viernes 4 de mayo, en Barcelona, del máximo dirigente de la organización, José Balmón, que ayer pasó a disposición de la Audiencia Nacional.

Los GRAPO anuncian que se están nutriendo de nuevos miliantes. Esto confirma las sospechas policiales de que Balmón se había dedicado en los últimos tiempos a reforzar la organización, "muy debilitada por la detención casi seguida de seis de sus miembros", según la policía. Ésta sospecha que Balmón "trabajaba en el intento de convertir a los GRAPO en un grupo fuerte, con cobertura para sus miembros, para poner la organización a disposición de Manuel Pérez Martínez, Camarada Arenas", máximo dirigente de la organización, que quedará en libertad el próximo mes de junio.

Los GRAPO se responsabilizan en Gaceta Roja además del atentado mortal contra dos policías nacionales en la capital de España el pasado 2 de enero, de la colocación de explosivos en Barcelona, La Coruña, Madrid, Sevilla, Lugo y Sabadell.

Por último, los GRAPO reconocen que están solicitando el impuesto revolucionario.