El tribunal rechaza la petición del abogado de Escobedo de suspender la vista del juicio

La declaración del inspector de policía Cayetano Cordero, que dirigió la detención de Rafael Escobedo y obtuvo su confesión de culpabilidad, cerró ayer la primera jornada de la vista que se sigue, en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Madrid, contra aquél, acusado de dos asesinatos en las personas de sus suegros, los marqueses de Urquijo, y por los que el fiscal pide dos penas de 30 años de reclusión.

Las sesiones de mañana y tarde estuvieron jalonadas por una serie de incidentes entre el letrado defensor, Jose María Stampa, y el presidente del Tribunal, Bienvenido Guevara. Las tensiones arrancan de la pretensión del abogado de que se suspenda el juicio, porque han desaparecido los casquillos y las balas que han servido a la policía para fundamentar la acusación. El defensor insiste en que debe practicarse la prueba pericial -sólo se cuenta con el informe técnico de la policía, que Stampa calificó de manipulado- y que tal prueba ha de hacerse en la vista oral. El defensor protestó también de la que consideró actitud despectiva del presidente hacia su defendido. Las protestas no se admitieron y la vista continuó en sesiones de mañana y tarde y se reanudará hoy.La sesión de la mañana estuvo ocupada por un minucioso interrogatorio del Fiscal al procesado, que se centró en intentar demostrar la animadversión de éste hacia su suegro y que su declaración de culpabilidad la prestó libremente ante el juez instructor. Escobedo que se declaró inocente, respondió en distintas ocasiones que todo respondía a un pacto con los inspectores Cordero y Romero, para evitar la detención de su padre y de otros rniembros de la familia extremos estos que negó el primero de los policías.

El interrogatorio del abogado defensor trató de probar que la esposa del procesado, Miriam de la Sierra Urquijo, era una persona aprisionada por sus padres y que trató de salvar esta situación con el matrimoilio -hecho en régimen de separación de bienes- para más tarde mantener relaciones afectivas con otras personas que pudieran haberse beneficiado, económicamamente, de la muerte de los marqueses. En la sesión de la tarde, el presidente ordenó desalojar la Sala al aplaudir el público una frase del defensor que decía que personalmente prefería abandonar su profesión de abogado antes que colaborar de esta forma con la Justicia. Se refería a la actitud del presidente del tribunal respecto a su defendido. Página 25

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