Moscú y las Malvinas

Más allá de la suerte de las armas hay que constatar que es necesario decir que la guerra de las Malvinas tiene ya un perdedor y un ganador. Un perdedor: Estados Unidos. Un ganador: la Unión Soviética.No era seguramente lo que buscaban los autores del golpe de fuerza contra las islas Malvinas, el general Leopoldo Galtieri y su Junta. Pero los hechos cantan. La señora Thatcher ha hecho bien al no tolerar, al rechazar un atentado contra la soberanía británica y responder al desafío con firmeza.

Francia y nosotros aprobamos la posición de su Gobierno ha tenido razón al solidarizarse sin retrasos con todos los miembros de la Comunidad Europea. El presidente Ronald Reagan ha procedido bien al colocarse al lado del Reino Unido. ( ... )

De ahora en adelante, la Unión Soviética tiene el campo prácticamente libre para explotar a través de todo el continente americano la cohesión de los imperialistas capitalistas y colonialistas. No sirve para nada ironizar sobre el hecho de que Moscú aporta su apoyo a una dictadura militar. ¿Se ha olvidado el pacto germano-soviético?

La dura realidad es que, bruscamente, el movimiento castrista, instrumento del Kremlin en esta región del mundo, puede jugar de nuevo impunemente, desde la Tierra del Fuego a Río Grande, con los sentimientos antiyanquis y, así, el peligro puede llegar a las puertas mismas de Estados Unidos.

4 de mayo.