El sindicato Solidaridad aprueba un programa radical para Polonia

Después de doce días de sesiones, el congreso del sindicato independiente polaco Solidaridad aprobó mayoritariamente un programa que contiene la exigencia de una transformación radical de la vida política polaca: entrega del máximo Poder en el Estado al Parlamento, que deberá ser elegido libremente.Al Fin, en las últimas horas, el congreso de Solidaridad consiguió acelerar la marcha, después de las discusiones sobre las subidas de precios del tabaco

Solidaridad exige en su programa que se reconozca la supremacía del Parlamento en el Estado. Todos los grupos podrán presentar libremente candidatos a las elecciones para el Parlamento.

Otra exigencia menos explosiva, porque encaja dentro de los planes de reforma del partido, es la creación de una segunda cámara en el Parlamento, cámara de la autogestión o cámara economicosocial, que tendría la misión de encargarse de los asuntos económicos.

El programa pide también elecciones municipales libres, mejora de las condiciones de trabajo y todo un conjunto de reivindicaciones, que son más bien una declaración de derechos humanos que una pura exigencia sindical.

Una de las modificaciones programáticas impuesta fue la existencia de que sean dos los responsables de la ruina económica del país y que sean juzgados los responsables de la represión en los años 1956, en Poznan; 1970, en el BáItico; 1976, en Radom y, Ursus; contra los estudiantes en 1968 y de los sucesos de Bydgoszez, el pasado 19 de marzo.

En el caso de que no se lleve ante los jueces a los culpables, el sindicato deberá crear tribunales populares.

Entre las medidas económicas para superar la crisis, Solidaridad propone "la reducción de gastos militares hasta un mínimo absoluto". Sobre el tema de las alianzas militares de Polonia se aprobó que el programa se realizara dentro del orden establecido en Europa al final de la segunda guerra mundial, es decir, en el marco del Pacto de Varsovia. En este punto, unos sesenta congresistas emitieron un voto separado por discrepar con lo aprobado.

El programa fue aprobado por 455 votos a favor, 65 en contra y 91 abstenciones.

El congreso exigió también que se congelen los precios de los productos básicos y un mayor control sindical.