Los controles policiales produjeron grandes atascos en el tráfico de la ciudad

La envergadura de la operación policial montada ayer en Madrid después de producirse el atentado que costó la vida al general González de Suso y a un agente de la Policía Nacional produjo grandes atascos de tráfico tanto en las carreteras de acceso como en el centro de la ciudad, hasta el punto de que en la autopista M-30 llegan a formarse caravanas de una longitud de más de cinco kilómetros.Poco después de producirse el atentado, a las 11.20 horas, y ante la versión de algunos testigos que aseguraban que un hombre herido había entrado por la estación del metro de Goya, fue clausurado por orden gubernativa un tramo de la linea V (Canillejas-Aluche), en el que quedaron afectadas las estaciones de Opera, Latina, Puente de Toledo y Acacias. Los agentes policiales controlaron la salida de todos los pasajeros que se encontraban en el mencionado tramo, y que fueron desalojados. A las doce de la mañana fue restablecido el servicio.

Un helicóptero de la policía sobrevoló la zona del barrio de Salamanca con el objetivo de localizar el coche utilizado por los terroristas. Algunas calles próximas al lugar del suceso fueron acordonadas por la policía, y muchos de los locales y viviendas fueron inspeccionados, sin que, al parecer, pudieran localizar a los autores del atentado.

En las carreteras de salida y entrada a Madrid se montaron controles policiales que registraron numerosos automóviles y procedían a la identificación de los automovilistas. La lentitud de la operación supuso ya desde aproximadamente las doce de la mañana que la circulación del tráfico de la ciudad fuera mucho más lenta de lo acostumbrado.

En la Jefatura Superior de Tráfico informaron a última hora de la tarde que los controles se mantenían en determinados puntos y que sus efectos se apreciaban en todas las carreteras de la ciudad.